viernes, 31 de octubre de 2008

Ensayo sobre la inutilidad

Cada día que cruzo la puerta de la Universidad me planteo el hecho de que tal vez todo lo que hago ahí dentro no sirve para nada.

En tres años de carrera, Magisterio Musical, me he dado cuenta de que las asignaturas que realmente van a aportar algo a mi vida como futura maestra (ojalá no acabe así) han sido tan escasas que se podrían contar con los dedos de una mano... Es más, incluso con la mitad de ellos.

Nombres tan variopintos como "Nuevas tecnologías aplicadas a la educación", "Agrupaciones musicales", "Formación vocal y auditiva", "Teoría de la educación", "Teoría de las Instituciones Contemporáneas en Educación", "Educación medioambiental", "Matemáticas y su didáctica", "Conocimiento del medio natural, social y cultural" y una sarta de asignaturas catalanistas repetitivas conforman un montón de horas lectivas perdidas de la manera más estúpida, de las cuales no hemos obtenido nada, repito, NADA, que nos sirva en nuestra futura profesión (a qué alumno hay que enseñar a dividir en base 7, hacer grabar cortos violentos, saber lo que es la Agenda 21, o que decir "orto" no es nada escatológico).

Por otro lado, de las asignaturas realmente destacables, la mitad son mera teoría que, a la hora de la verdad, no nos van a servir de nada delante de una clase de 30 niños, y la otra mitad se quedan cortas en cuanto a contenidos y objetivos (4'5 créditos de Lenguaje Musical y 6 de catalán? a qué jugamos señores?).

Mi carrera es deficiente, no sé si el resto de diplomaturas de Magisterio estarán en las mismas, pero necesitaríamos ya una reforma radical de todo el sistema educativo y de formación del profesorado, para ver si así conseguimos que esos pequeños salvajes que los padres nos dejan en los centros escolares sin educar prácticamente, consigan terminar la Educación Primaria como proyectos de personas con unos valores y unos conocimientos acordes a lo que todos esperamos de ellos.


Me voy con mi indignación a la cama...



aNa


PD/ Marc... cómo me hago seguidora de tu blog? Aún no controlo esto, jajajajaja.

jueves, 30 de octubre de 2008

Decidir

Siempre se ha dicho en esta vida que de los errores se aprende. Y ahora, seamos sinceros. ¿Alguien ha aprendido algo de equivocarse? No me refiero a estupidas decisiones banales, sino a cosas realmente importantes.

En ese estado de duda, en el que las posibles opciones se presentan delante tuya como un colorido abanico de posibilidades. Cuando por fin te decantas por un color, decides que otro te atrae más en ese momento. Cuando haces lo contrario, descubres otro nuevo y maravilloso. Siempre se producen cambios, modificaciones ambientales y de carácter que condicionan nuestro color, nuestra decisión.

Y siempre queda el miedo a equivocarte. Ese miedo que decide tu vida, que no sólo te incumbe a tí, sino que involucra a las personas de tu alrededor. Es un pánico que te mantiene intranquila, que te quita el hambre y el sueño, que te hace plantearte lo que quieres, lo que has tenido y lo que necesitas.

El miedo a equivocarte, a tomar la decisión incorrecta, a pensar que en el futuro tal vez te arrepientas, a plantearte tu vida desde el temido "y si..."... ¿por qué es tan difícil librarnos de él...?

Sólo en el momento en que se te plantean estas decisiones comienzas a ver el verdadero entramado de la vida. Todas aquellas cosas que antes no tenían importancia la recobran de repente. Recuerdas mínimos detalles de existencia, grandes momentos inolvidables, insignificantes notas de color... Un gran universo que se abre ante nosotros, de ideas infinitas, de telarañas en las que se cuelgan nuestros recuerdos y nuestros deseos.

Tal vez puedas esmerarte en buscar una salida a toda esa oscuridad. Tal vez incluso puedas evadirte de todo ello, aislándote en una burbuja en la que el tiempo pasa más lento que para los demás, en la que los recuerdos y las decisiones no duelen, porque no tienen sentido. Yo no puedo hacerlo, y aquí sigo, con mi pánico a equivocarme, con mi incapacidad de decidir.


Una vez dije que si la vida no fuera tan complicada, sería muy aburrida... qué frase tan estúpida...


aNa

miércoles, 29 de octubre de 2008

¿Por qué?

Tal vez no sea lo más práctico, o lo más útil.

Tal vez a nadie le importe lo que tenga que contar, o nadie conteste a mis preguntas, o nadie lea mis palabras.

Tal vez mis textos sean incoherentes, irónicos, provocadores o desafortunados.

Tal vez sólo espero ordenar mis pensamientos, plasmarlos en un sitio, tratar de que fluya lo que tengo dentro de mi cabeza y que quede constancia de ello.

Tal vez sólo hago esto para que nadie me olvide.

Tal vez lo hago para que alguien me recuerde.

Welcome to the Jungle...